ELECCIONES GENERALES ESPAÑOLAS 2023: NUESTRO POSICIONAMIENTO
Nos vemos obligados a hacer una reflexión algo profunda sobre
diversas cuestiones que se relacionan con las elecciones de julio de 2023.
Desde su historicidad en el marco capitalista de dominación hasta las
características que le son propias como elemento del denominado régimen del 78
-continuador del franquismo-, así como las cuestiones más coyunturales tanto en
el marco estatal como mundial.
La Democracia burguesa, dictadura para los Pueblos
Trabajadores
La mayoría de los gobiernos conocidos han defendido los
intereses de los poderosos en detrimento de los pueblos trabajadores. El gran
engaño que se ha venido a llamar democracia consiste en hacer creer que esos
gobiernos son elegidos por la voluntad libre de la ciudadanía, en la que se
incluye al conjunto de las clases trabajadoras que, aun siendo mayoría,
proclaman al gobierno para los ricos como su propio gobierno. Es la fábula de
los ratones que eligen gatos para gobernarlos.
La historia de tal democracia podría resumirse en la de su
adaptabilidad a fin de minimizar o anular las pretensiones económicas y
políticas de las clases populares en pugna con los poderosos, de tal forma que
sus exigencias, nucleadas casi siempre en torno a lo comunal, no pongan en
peligro los privilegios de los ricos, basados en la propiedad privada de los
medios de producción y la explotación de las clases populares. Esta democracia,
hoy capitalista y neoliberal, no duda en liquidarse a sí misma cuando las
instituciones políticas son ganadas por fuerzas que pudieran poner en peligro
aún pequeños privilegios de los poderosos. En ese momento, invocando los
principios constitucionales o cualquier otro pretexto patriótico, se levanta el
ejército que tomará el poder, impondrá una dictadura y reprimirá cualquier
disidencia.
Tras democracias censitarias, excluyentes de las mujeres,
dictaduras militares, se constituye en el estado español la 2ª república,
democrática y burguesa, que no dudó en reprimir las luchas populares. La
victoria electoral del Frente Popular en 1936 que no presentaba ningún programa
revolucionario fue suficiente para que el capital desencadenara un golpe de
estado fascista y la consiguiente guerra que acabó con la vida de millones y una
sangrienta represión. Algo más tarde, el nazifascismo hitleriano, japonés y sus
aliados en la II guerra mundial asesinó a millones en Europa, China y el
Sudeste asiático.
Una vez que el peligro sobre las clases poseedoras ha pasado
puede volver el sistema electoral. Este habrá evolucionado un tantito a fin de
evitar cualquier reforma social peligrosa al capital y el estado. Esto no ha
sido otra cosa que el llamado régimen del 78 español. Este régimen hereda
intactos todos los aparatos estatales y paraestatales del franquismo: la
Jefatura del estado, el ejército, la judicatura, el sistema de enseñanza, la
administración del estado, la iglesia católica y sus obispos, el poder de los
colegios profesionales y el sindicalismo corporativo, etc. El nuevo régimen
activa el olvido histórico (con alguna amenaza y ruido de sables latente y real
como refuerzo a la desmemoria) para evitar la mínima conexión que indujera a
una simbólica continuidad con el republicanismo del 33, legalizando, en la
práctica el saqueo criminal que sobre tantos miles de personas perpetuaron las
hordas falangistas que enriquecieron a tantos; los miles de secuestros de niños
y niñas y un saldo de desaparecidos que pasan de los 120 mil (segundo en el
mundo). Los nuevos partidos, PSOE y UCD no son sino engendros del régimen
anterior, miles de carnets del Movimiento nacional fueron trocados por los de
estos. Que el estado español sigue desde el 78 sin reconocer las legítimas
aspiraciones de autodeterminación de los Pueblos es también herencia del
franquismo, pero ahora esa represión de libertades básicas es “democrática”.
Pero también deberíamos hablar de lo poco que el nuevo
régimen avanzó en derechos de las clases trabajadoras, de los derechos de las
mujeres, más allá de cooptar los movimientos obrero y feminista a sus
instituciones burocráticas y a puestos muy bien pagados. La brecha social sigue
en aumento y el Patriarcado no ha sido arrancado de nuestra sociedad entre
otras cosas porque el sistema de enseñanza está en manos de la Iglesia en un
50% (mucho de él concertado) y el público está dirigido y por funcionarios del
estado capitalista y patriarcal y cuya principal meta es la de educar a la
gente en esos valores.
España es un estado imperialista, capitalista, fascista y
patriarcal. Como con Franco.
El Imperialismo americano y sus vasallos
EE. UU. impuso su hegemonía sobre el mundo gracias a su
poderío militar y su más que demostrada voluntad de usar la bomba atómica ni no
se le obedece fielmente. Al mismo tiempo inunda la economía con sus billetes
como medio de pago e impone su propio déficit como deuda de los demás.
Establece un sistema de vasallaje a toda Europa occidental a la que obliga a
consumir sus materias primas y a apoyar sus políticas coloniales en América,
Asia y África. 800 bases militares repartidas por todo el mundo no es un
sistema de defensa para los países que las tienen, es una advertencia hacia
ellos.
El fascismo fue derrotado en Europa por la URSS con su
tremendo sacrificio humano. La invasión americana de Europa sólo se produce
cuando se objetiva la inevitable derrota del Reich a manos soviéticas. La parte
americana de Alemania no es desnazificada y gran número de nazis alemanes y
también de otros sitios, como Ucrania, son emigrados a EE. UU. a fin de
continuar la política de acoso y derribo de la URSS. Se crea la OTAN que se
expande al ritmo del Plan Marshall.
La UE no ha conseguido, si acaso tuvo alguna intención, de
sacudirse el yugo yanqui: cuando su viaje histórico autónomo europeo podría
haber comenzado, los EE. UU., sencillamente, les recuerda quién manda aquí. El
papel que le ha tocado jugar a Europa en las guerras activadas por EE. UU. en
suelo europeo (Yugoslavia y ahora Ucrania) es el del miserable que mataba a su
propia gente en los campos de exterminio nazis o en las aldeas ocupadas de
Ucrania o Bielorrusia. Sin olvidarnos de su apoyo total a las otras guerras en
regiones de posible interés comercial europeo como Oriente próximo, tal como en
Irak, Libia, Siria (Irak es invadido porque Sadam quiere aceptar al euro como
medio de pago por su petróleo, igual que Libia) o su absoluta falta de interés
en la defensa de los derechos del Pueblo Palestino. Para este no hay sistema de
defensa franceses, ni alemanes, ni ingleses, ni españoles. El exterminio del
Pueblo Palestino está en el debe de este ya poco disimulado fascismo europeo
vasallo del yanqui.
Habría que recordar aquí que tampoco la República española
recibió ayuda de las democracias europeas en la guerra de 1936-39. Esa ha sido
y es la vieja Europa que representa la UE, cuna de la democracia burguesa y de
su engaño, nacida del comercio explotador de Pueblos enteros y del esclavismo;
de la explotación inhumana en sus fábricas miserables; de las guerras en todo
el mundo que asesinaron a millones…y todo para mantener a un puñado de ricos y
su corte de burócratas.
En este contexto, a la ciudadanía europea sólo le queda
contemplar como suben los tipos de interés, la vivienda imposible, se disparan
los precios de la alimentación y la energía, colapsa la economía y la pobreza
se extiende como una mancha de aceite. Y todo para defender a un gobierno nazi
y corrupto como el ucraniano.
La guerra de la OTAN contra Rusia
Describir ahora en este posicionamiento político el conflicto
de Ucrania puede hacerse sumamente largo y a poco que cualquiera que tenga un
mínimo de interés puede encontrar buceando por internet información relativa al
conflicto con todas sus derivadas políticas, económicas y sociales tanto para
Rusia, Ucrania, Europa y sus clases trabajadoras.
“Nosotros tendremos trabajo y ellos no. Tendremos pensiones y
ellos no. Tendremos sanidad para las personas, pensionistas e infancia, ellos
no. Nuestros hijos irán al colegio y a la guardería, los suyos se esconderán en
los sótanos. Porque son inútiles. Y así, ganaremos la guerra.” Este pequeño
fragmento de una intervención en Odessa de Petro Poroshenko, expresidente de
Ucrania en 2014 sobre el conflicto en el Dombass dan buena cuenta del carácter
fascista del régimen ucraniano que durante ocho años masacró a la población
rusa de esta región sin que ni EE. UU., promotor del golpe de estado del
euromaidan, ni la UE levantasen la voz condenando estos hechos. Más bien todo
lo contrario, la UE sin posición propia se dedicó y dedica a seguir las
consignas de EEUU aunque estas le perjudiquen. Ahí están, sin ir más lejos las
sanciones a Rusia y el veto a la compra de su petróleo y gas o la voladura del
gaseoducto Nord Stream. Merece la pena recordar las intervenciones de Josep
Borrell, miembro del PSOE y representante de la Unión para Asuntos Exteriores,
pidiéndole a los europeos abrocharse los cintos y reducir el consumo de
calefacción en invierno para ganar la guerra o proclamar la superioridad de los
europeos sobre los habitantes de otros lugares del mundo. ¡Puro fascismo!
La posición del gobierno progre de coalición entre PSOE y
Unidas Podemos como cabía esperar no se desmarcó de las posiciones e intereses
de EE. UU. accediendo además al aumento de tropas y armamento en las bases que
mantiene EE. UU. en el estado español. Su miopía y servilismo además llegaron
al punto de obviar la ilegalización de distintos partidos, y no precisamente
los claramente nazis de Pravy Sektor y Svoboda, y la detención de alguno de sus
representantes. Algo que objetivamente haría reflexionar a cualquiera con dos
dedos de frente, este gobierno lo pasó por alto y apoyó y apoya a Ucrania tanto
políticamente como con el envío de armas. Si la posición de Podemos dentro de
la coalición, a pesar de conocer perfectamente el origen del conflicto, era vergonzosa
por su apoyo al régimen de Zelenski, aunque remisos a enviar armas a Ucrania
(posición que tampoco nunca creó problemas dentro del consejo de ministros), la
de Yolanda Diaz candidata de Sumar es simplemente indecente apoyando sin
fisuras el envío de armas a Ucrania.
Acabando ya con el tema de Ucrania, no podemos olvidar que
hay un periodista, Pablo González, encerrado en una prisión de Polonia sin que
se conozca de momento de que se le acusa concretamente. Según los medios de
comunicación, la acusación podría ser la de espionaje a favor de Rusia, basanda
en su nombre ruso, ya que Pablo es hijo de padre ruso y madre vasca y nació en
Rusia, aunque resida desde el año 91 en Euskal Herria. La actitud del
Ministerio de Exteriores en este asunto es lamentable, permitiendo que el
periodista permanezca en una celda 23 horas al día como preso peligroso. Si
este periodista hubiese sido detenido en cualquier otro país, como por ejemplo
Venezuela, el conflicto diplomático tendría otro cariz y con toda probabilidad
estaría resuelto. Pero para desgracia de Pablo González su origen ruso y la
rusofobia latente, en mayor o menor medida, hace que lleve ya más de un año en
prisión sin apenas poder comunicarse con nadie y abandonado a su suerte por el
gobierno y solo con el apoyo de su familia. Tampoco podemos acabar este
apartado de actualidad internacional sin rescatar para nuestra memoria el
patético, lamentable y vergonzoso cambio de posición con respecto al Sahara del
estado español que para reestablecer las relaciones con Marruecos no dudó en
vender al pueblo saharaui, avalando la solución de la autonomía como la “más
seria, realista y creíble” (sic) para la resolución del conflicto. Se usa al
Sahara como moneda de cambio para que Marruecos reconozca las fronteras españolas,
asegurando según el gobierno español de esa forma la soberanía española sobre
Ceuta y Melilla, al mismo tiempo que se sigue la estela de EE. UU. y sus
intereses geoestratégicos en la zona. Da igual abandonar una posición
histórica, independientemente de quien gobernase, dan igual las distintas
resoluciones de la ONU en favor de un referéndum como solución al conflicto,
dan igual las múltiples violaciones de los derechos humanos del régimen
marroquí sobre la población saharaui.
En Comunistas de Castilla seguiremos apoyando todas las
luchas de las clases trabajadoras de los pueblos que buscan su libertad, bien
sea en el Dombass, en Palestina, en el Sahara…porque la solidaridad es la
ternura de los pueblos.
Votar al PSOE o a SUMAR es votar a
los que una y otra vez traicionaron a las clases trabajadoras.
Una de las tácticas más extendidas y
utilizadas por el capitalismo dominante, con más profusión si cabe en el estado
español, es anular la memoria histórica, haciendo que cada convocatoria
electoral parezca desligada del pasado más reciente. Vuelve a cerrarse un ciclo
temporal en el que parece que no hay que recordar los incumplimientos de quien
gobernó, pues se agita el fantasma de que la alternativa de gobierno que
representa la oposición electoral -en este caso el fascismo españolista más
tradicional- es peor que lo que tenemos -el gobierno de coalición
socialdemócrata-.
Ciertamente no seremos nosotros y
nosotras quien defendamos la alternativa de gobierno que representan los
fascistas y neofalangistas del combo PP+VOX. Estos son los herederos directos
de los sectores del franquismo más reaccionarios, genuinos representantes del nacionalcatolicismo
español, que no dudarían en fusilar y dejar tirados en las cunetas a todo
aquél, a toda aquella que se oponga a sus dictados, como ya hicieron durante la
llamada guerra civil y la dictadura franquista. Sólo que ahora ya no les hace
falta llevarnos al paredón porque la democracia burguesa les hace el favor de
conseguir que millones de personas de las clases populares les apoyen. Igual
que en 1933 los nazis ganaron las elecciones en Alemania, la historia se
repite.
Se nos coloca por tanto ante la
tesitura de votar a quienes traicionaron a las clases trabajadoras en nombre de
la izquierda o a los neofascistas que ya conocemos.
La falta de memoria crítica y
educación política entre las clases trabajadoras es uno de los pilares en los
que se sustenta el poder del sistema dominante: en la profunda alienación de
las masas se encuentra la clave de su hegemonía.
Si antes analizábamos el papel de la
socialdemocracia españolista, totalmente subsumida en los intereses del
imperialismo USA, conviene recordar los cantos de sirena del PSOE en el año 82
para conseguir 10 millones de votos y el inicio de un ciclo histórico
caracterizado por una brutal crisis económica provocada por una política
económica dirigida a preparar el terreno de la inclusión del estado español en
la entonces llamada CEE.
Para quienes sí tenemos memoria
histórica y conciencia crítica, conceptos como Reconversión industrial,
privatizaciones de sectores estratégicos, referéndum amañado de la OTAN, Ley
Corcuera, el terrorismo de estado de los GAL, etc., etc., son cuestiones que
tenemos muy recientes y que forman parte de nuestra historia más próxima que,
convenientemente, han sido apartados y anulados en la memoria del pueblo
trabajador. El PSOE de Felipe González sedujo a millones de trabajadores y
trabajadoras con la promesa de construir un futuro mejor para las clases
populares y en realidad arrasó con sus esperanzas, arrojando en manos del
fascismo del PP de Aznar millones de votos del pueblo trabajador.
La alternancia en el poder político,
planificada en la constitución posfranquista y el régimen del 78 estaba
garantizada. Dos partidos, un sistema, a imagen y semejanza del sistema
bipartidista norteamericano entre “demócratas y republicanos”. Si en USA ambos
partidos tienen un burro y un elefante como imagen corporativa, aquí la disputa
es entre gaviotas y rosas, sólo que ahora el sistema capitalista español,
necesitado de señuelos para ampliar por cuestiones de marketing el panorama
político patrio, tiene a SUMAR -antes Podemos- y a Vox como actores secundarios
de la contienda electoral, pero necesarios para garantizar gobiernos estables de
coalición si fueran necesarios.
Y vuelve otra contienda electoral,
vuelve el ciclo de las promesas y las llamadas al voto útil por parte de los
mayoritarios. El voto útil especialmente es un reclamo muy utilizado por el
PSOE para evitar tener que compartir gobierno con los molestos compañeros de
viaje que representan a una “izquierda” totalmente domesticada y fagocitada por
el sistema, pero que a los socialdemócratas les supone tener que hacer ciertas
concesiones que a veces no son del agrado del sector de la oligarquía cuyos
intereses representan.
Sólo por señalar algunos de los
flagrantes incumplimientos del gobierno de coalición PSOE+UP, señalemos dos,
aunque nos hayan adornado el amargo caramelo con envoltorio de colores:
prometieron derogar la ley mordaza y sigue vigente, prometieron derogar la
reforma laboral (Yolanda Díaz lo repitió tantas veces que la hemeroteca es
tozuda en recordarlo) y en su lugar hicieron la reforma de la reforma, le
dieron una capa de maquillaje que si bien tiene aspectos positivos como la
continuación de la ultraactividad de los convenios y la obligación de las
subcontratas de aplicar los convenios del sector donde desarrollan su
actividad, mantiene un incumplimiento que resalta en negrita: el mantenimiento
de las indemnizaciones por despido improcedente en 33 días por año trabajado en
lugar de los 45, y un regalo para la gran patronal: ampliar el contrato fijo
discontinuo a actividades de “duración incierta”, con lo cual el abanico para
su aplicación se abre a discreción.
Ciertamente las estadísticas hablan
de que se hacen más contratos indefinidos, claro, sale tan barato despedir que
no les supone a los empresarios un gran dispendio, amén de que, con el contrato
fijo discontinuo, con una Inspección de trabajo en pañales, el fraude de ley
campa por sus fueros. Y los fijos discontinuos, cuando están en periodo de
desempleo no computan como desempleados desde el año 82, algo que mantuvieron
por interés todos los gobiernos del PSOE+PP hasta ahora.
La derogación de la ley mordaza fue otra
de las promesas del llamado “gobierno más progresista de la Historia”. Igual
que la derogación de la reforma laboral que tantas veces nos prometió Yolanda
Díaz, Pedro Sánchez prometió hasta la saciedad reformar la ley de “seguridad
ciudadana”, pero la Policía de gobierno PSOE+UP apaleó sin despeinarse a los
inmigrantes en la frontera de Marruecos haciendo devoluciones en caliente, y no
dudó en utilizar a los antidisturbios como fuerzas de choque para reprimir
manifestaciones o a los movimientos anti-desahucios.
Sí, han promulgado otras leyes que
presentaron como grandes avances en derechos: la ley de alquileres y la ley
llamada del “solo sí es sí”, que el PSOE no dudó en aliarse a sus compañeros
del PP para reformar su propia ley y
hacer así la “pinza” a Podemos que asistían atónitos, recibiendo golpes contra
las cuerdas sin saber de dónde venían, pero sin tener la valentía de denunciar
al PSOE y abandonar el gobierno, porque es mejor aferrarse al poder que tener
la valentía de defender tus principios, si es que los tienes.
Así las cosas, el 23 de Julio vuelve
el chantaje emocional: votar a los que nos traicionaron una y otra vez, pero
son “la izquierda” o abstenerse.
Yolanda Díaz es la gran promesa de la
“izquierda”. Con su sonrisa perenne y una campaña de marketing en la que ha
participado hasta un sector de la patronal de la CEOE se presenta como la Gran
Promesa de la izquierda, como antes lo fue Pablo Iglesias. Y por si hubiera
dudas de que SUMAR no es un partido tradicional, su cara estará en las papeletas
electorales, es decir que lo del culto a la personalidad del que tanto nos
acusaban a los y las comunistas, lo dejamos un poco de lado para conseguir
“visibilidad”. Se cierra el ciclo de Podemos porque este partido ya no sirve a
los intereses del sistema. Los ecos del 15M ya se apagaron hace mucho, cuando
la movilización popular quedó enterrada en pro de una participación
institucional que ha terminado por autodestruir a Podemos.
Si has llegado hasta aquí…
Ya habrás adivinado lo que proponemos
para las próximas elecciones. Votar el 23 de Julio es dar continuidad al
mecanismo de dominación del sistema capitalista español. El voto de protesta no
puede ir a los partidos fascistas, pero tampoco podemos caer en la eterna
trampa del voto a las opciones de una supuesta “izquierda” que siempre terminan
traicionando los intereses de las clases trabajadoras.
El 23 de Julio la abstención
consciente, meditada y organizada es la mejor opción para el pueblo trabajador
castellano. Porque tu voto no puede ser su cheque en blanco, tu voto
antisistema es la abstención.
Julio de 2023
Comunistas de Castilla
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