El gobierno español, enfrascado en las corruptelas propias de un partido que forma parte íntegra de las estructuras de un sistema corrupto por naturaleza, escenificó un enfrentamiento con el presidente de EEUU como tabla de salvación a sus problemas internos, desviando el foco del incendio judicial en que se haya inmerso. La supuesta oposición de Pedro Sánchez a comprometerse con el aumento de hasta el 5% del PIB en gastos de defensa pactado por esa organización terrorista internacional llamada OTAN, no fue más que una escenificación teatral, pues el estado español firmó el mismo documento que compromete a los estados miembros de la OTAN a conseguir ese objetivo para el año 2035.
La OTAN sigue alimentando el fantasma de la amenaza rusa, el belicismo occidental continúa su escalada con el aumento de envío de armamento al los nazis ucranianos y la industria armamentística, sobre todo la de EEUU, se frota las manos ante el gran negocio que se avecina. Ucrania pone la carne de cañón y la OTAN pone la logística, inteligencia y armamento en su guerra contra RUSIA. La tercera guerra mundial ya está aquí, de momento sin armas nucleares, pero todo puede suceder si no nos sacudimos del fascismo belicista de los gobiernos occidentales que oprimen a los Pueblos y sus clases trabajadoras.
La disolución de la OTAN debe ser una prioridad en la lucha de los Pueblos trabajadores si no queremos desaparecer de la faz de la Tierra. Independencia y Socialismo para construir nuestro propio futuro en paz y solidaridad entre las naciones. Esa es nuestra tarea.
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